CFP “Forma. Revista d’Estudis Comparatius”

marzo 7, 2018saf

Forma. Revista d’Estudis Comparatiusabre convocatoria para la recepción de artículos para su decimoséptimo número: ¿Qué queda de la posmodernidad?

Desde la década de los 70 la palabra posmodernidad ha articulado una tendencia, un estado de ánimo, una condición que se resiste al concepto o bien a una definición plena. Si bien el ambiente intelectual ha convenido en situar a J. F. Lyotard y su obra clave, La condición posmoderna (1979), como el origen que da inicio al debate sobre este fenómeno, lo cierto es que la palabra ya había sido empleada sistemáticamente por el teórico de la literatura Ihab Hassan en 1971. Desde esa fecha la noción ha estado diseminándose tanto en la Literatura como en la Arquitectura, en las Artes plásticas o en gran parte de las Ciencias Sociales. He ahí dos de los grandes problemas a los que uno se enfrenta cuando se aproxima a la superficie del fenómeno posmoderno: su (in)definición y su ambigua periodización. Junto a ello, la diversidad tanto temática como disciplinaria que orbita y ha orbitado en torno a aquello que, de un tiempo a esta parte, ya ha sido normalizado bajo el nombre de posmodernidad nos reclama un ejercicio de pensamiento que se oriente —al menos— a esbozar un balance tras décadas de reflexión. En este sentido, un volumen monográfico articulado desde la pregunta “¿qué queda de la posmodernidad?”, sin huir de la potencial polémica implícita en aquello que mienta la interrogación, propone las siguientes preguntas con el objetivo de estimular el debate:

– ¿Podemos esbozar una definición de la posmodernidad o la palabra sigue huyendo de los márgenes del concepto? No es extraño que en sus Apostillas a “El nombre de la rosa”, U. Eco (1984) apuntara que “posmoderno” es un término que sirve para cualquier cosa; y es que –a nuestro juicio- esto radica en gran medida en las dificultades de tematización con las que el fenómeno tiende a operar.

– ¿Cuáles son los signos que nos permiten hablar de lo posmoderno en aquellos ámbitos en los que ha tenido incidencia, tales como la Filosofía, la Literatura, el Arte o las Ciencias Sociales? Cada ámbito reclama para sí una translación específica de los signos de la época en su particular actividad. Pero, más allá de ello, ¿qué es lo que nos permite precisamente hablar de “signos de la época” en tales ámbitos? ¿Qué los hace específicamente posmodernos?

– ¿Seguimos realmente dentro de los márgenes de aquello llamado posmodernidad? Más aún: ¿existió alguna vez la posmodernidad? Si bien son conocidas las críticas de J. Habermas (1985) al ethos posmoderno —en lo cual hay un reconocimiento implícito de su existencia—, también contamos con el pensamiento de aquellos que definen nuestro tiempo actual como «hipermodernidad», ya sea porque creen que nunca salimos de la modernidad y más bien operamos en un cierto pliegue extremo de ella (G. Marramao: 1983; 2009); o bien porque hemos trascendido los signos sociológicos que nos permitían hablar de post-modernidad, dando paso a una sociedad hiper-moderna (G. Lipovetsky: 2004).

– ¿Dónde podemos observar la influencia actual del fenómeno posmoderno? ¿No se encuentran los estudios de género, los estudios poscoloniales o los estudios culturales, además de otros nuevos horizontes del saber, entre los deudores directos de aquellos factores tematizados por la posmodernidad? En otras palabras: ¿cuál es el balance actual que podemos hacer tras décadas de reflexión desde el núcleo de irradiación que ha supuesto el fenómeno posmoderno?

Con ánimo de fomentar la conversación en torno a un fenómeno que nos implica a todos, y sin cuyo debate no podemos dilucidar alternativas a nuestro presente, invitamos a todo aquel que se sienta apelado por este tema, a aproximarse a él desde aquellos lugares que iluminen el horizonte que hemos sugerido. Los autores susceptibles de ser estudiados exceden a los que aquí sólo han sido rápidamente mencionados; y las potenciales preguntas se multiplican con cada intervención en el diálogo. Por ello, este número está abierto a todos aquellos enfoques que nos permitan ahondar en un fenómeno, como es la posmodernidad, que no ha dejado a nadie indiferente y que reclama un balance retrospectivo a tenor de sus múltiples vías abiertas.

Plazo de presentación de originales: 20 de abril de 2018
Más información: www.upf.edu/forma

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